En 2020 el sector de edificios y construcción “representó el 36 por ciento del consumo de energía final global y el 37 por ciento de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía”, según datos del Informe de Estado Global de Edificios y Construcción 2021.
Aunque esta cifras significan una reducción en sus emisiones con respecto al 2010 y los valores más bajos desde 2007, dicho reporte también indica que el descenso se debió al cierre de obras y la desaceleración económica mundial provocada por la pandemia por COVID-19.
De acuerdo con estos datos, la industria de la construcción representa el mayor generador de CO2 en el mundo, por lo que el uso de materiales ecológicos o sostenibles y la utilización e implementación de tecnologías ecológicas es indispensable para reducir su impacto en el medioambiente.
¿Qué es la construcción sostenible?
La construcción sostenible, también llamada verde, es la enfocada en mejorar el diseño y los aspectos técnicos de la construcción de edificios con la finalidad de reducir el impacto ambiental que estos generan sobre los recursos (uso y consumo eficiente de agua, energía y materias primas) y crear ciudades funcionales y respetuosas con el medioambiente y la personas.
Para lograr la construcción sostenible es necesario cumplir una serie de principios aplicables a cada una de las etapas de construcción y a su uso final:
- Elección de la ubicación con base en criterios ambientales
- Diseño, planeación y usabilidad eficientes
- Utililización de materiales ecológicos y/o renovables
- Uso de métodos de construcción responsables
- Regulación térmica adecuada
- Correcta gestión de emisiones y residuos
Además de seguir esta serie de reglas, las edificaciones deben hacer uso de ecotecnologías que permitan eliminar o reducir su impacto ambiental durante su uso.
Selección y uso de materiales sostenibles
Repensar la forma en la que se construye y priorizar el uso e materiales sostenibles, renovables, ecológicos o “verdes” en el sector de la construcción no sólo se refiere a aquellos que cumplen con estándares de respeto al medioambiente en su fabricación, sino a la selección de productos locales que reducen la emisión de gases de efecto invernadero al evitar el transporte desde grandes distancias y que favorecen a la economía de la comunidad a la que pertenecen.
Materiales más naturales como el corcho, el bambú, la madera y la piedra son preferibles sobre los tradicionales PVC u hormigón, pero no son una solución a largo plazo ante la necesidades de cuidado de la naturaleza, por lo que han surgido alternativas enfocadas en generar un cambio real para la industria de la construcción global, te contaremos sobre algunas de ellas.
HYBRIT, el primer acero libre de fósiles
El “acero verde” surge de la asociación de las empresas suecas SSAB, LKAB (productor de hierro) y Vatterfall (compañía energética), que en 2016 crearon Hybrit, una innovadora tecnología diseñada para fabricar hierro y acero sustituyendo el carbón de coque por electricidad e hidrógeno sin combustibles fósiles. En junio de 2021 se manufacturó y presentó el primer hierro espumado reducido en hidrógeno, material que las compañías utilizaron para fabricar el primer acero libre de coque.
Para 2026 se espera utilizar esta tecnología a niveles industriales con la finalidad de reducir en 10% las emisiones de dióxido de carbono de Suecia y en 7% las de Finlandia, lo que convertiría a SSAB en la primera siderúrgica del mundo en comercializar acero libre de fósiles y en una empresa completamente libre de combustibles fósiles para 2045.
HYBRIT recibió el apoyo del Fondo de Innovación de la Unión Europea a finales de 2021 y se ubica como uno de los siete proyectos europeos que utilizan tecnologías innovadoras.
Vertua, el concreto ecológico de la mexicana Cemex
La promesa del “concreto verde” de la multinacional mexicana Cemex es reducir las emisiones de dióxido de carbono desde un 30% hasta un 100%, ya que es un producto hecho a medida, sin comprometer el desempeño y la calidad del producto.
Vertua no requiere ningún tratamiento especial y es posible utilizarlo para múltiples elementos dentro de una obra, es decir, es apto para cimientos, pavimentación, muros, columnas y losas, entre otros. Tan sólo en México han sido empleados más de 800 mil metros cúbicos de este concreto ecológico en diversos proyectos de construcción en todo el país.
El objetivo de Cemex es reducir en un 40% las emisiones de dióxido de carbono de sus productos para 2030 y en un 100% para 2050; el proceso de elaboración de Vertua consiste la conversión de residuos en combustibles alternativos.
ECOPact, la apuesta ecológica de Holcim
Al igual que el concreto ecológico de Cemex, ECOPact promete una reducción de CO2, que va desde el 30% hasta el 100%, basada un menor contenido incorporado de carbono, la reducción de residuos y el ahorro de agua. Este concreto cuenta con cuatro presentaciones:
- ECOPact: permite una reducción de entre 30% y 50% de las emisiones de carbono.
- ECOPact PRIME: con una disminución de CO2 de entre 50% y 70%.
- ECOPact MAX: permite reduccir más del 70% de las emisiones de C02.
- ECOPact ZERO: la versión de su “concreto verde” que reduce en 100% su huella de carbono.
Para 2030, el plan de Holcim es contar con su primera planta de producción de cemento cero emisiones y reducir a 475 kilos de C02 por tonelada las emisiones del resto de sus productos.
El hormigón de cáñamo o hempcrete
El hempcrete es un tipo de concreto ecológico de bajo costo fabricado a base de cáñamo y otras fibras naturales, usualmente disponible en formato de ladrillos o paneles, es considerado un material negativo en carbono ya que durante su proceso de crecimiento el cáñamo absorbe 1.7 toneladas de CO2 por cada tonelada de planta y alcanza una altura de entre 1.5 y 3.5 metros en sólo dos meses.
Ventajas del uso de hempcrete
- Es un excelente aislante térmico y acústico
- Es el doble de resistente que la madera
- Es resistente al fuego
- Su colado requiere un menor uso de agua
- Regula la humedad de forma natural
- Es 100% biodegradable y reciclable
- Ayuda a reducir la huella de carbono
Aunque el uso de cáñamo en la industria de la construcción es prometedor, es un material que no ha sido tan explotado debido a que pertenece a la familia de las cannabináceas, pero todo apunta a que cobrará gran importancia en los próximos años, pues se estima que para 2030 el mercado del cáñamo industrial alcance un valor de 16,750 millones de dólares, según información de Grand View Research.
Conclusiones
Es claro que la industria de la construcción entiende el reto ecológico que enfrenta y ha fijado metas claras de cara a la reducción de sus emisiones de carbono y la protección del medioambiente mediante la creación de tecnologías y materiales más amigables, por lo que habrá que esperar a los próximos años para medir de forma efectiva los beneficios de su transformación en un sector más sostenible.
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